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Debes ser conocedor que todas las personas funcionamos a través de tres dimensiones, siendo: mental, emocional y física, es gracias a ello, que tenemos la capacidad de experimentar diferentes sentimientos o emociones en el día a día. Nadie está exento, y mucho menos en un entorno laboral en el cual de un momento a otro las situaciones pueden cambiar y con ello, cada una de las emociones y con dichas emociones los comportamientos o conductas que las personas adoptan, pues estas afectan en el rendimiento del trabajo de manera positiva o negativa.

Es importante que sepas que a pesar que muchas personas estén en el mismo entorno, todos reciben los estímulos de diferente manera y es por ello que debes enfocarte en manejar tus emociones y no la de otros.

Manejar las emociones puede resultante complicado, pero es más fácil de lo que piensas si creas los siguientes hábitos:

Para empezar, tienes que visualizar tu problema de tres formas, y a partir de eso identificar el método que te ayudará a manejar esas situaciones negativas que generan cambios en nuestras emociones. Estás formas son:

  1. ¿Puedes cambiar la situación?

Si una situación nos perjudica, nos duele, nos enferma, etc., hay que buscar la forma de poder cambiarla, para esto, puedes apoyarte de los siguientes pasos:

  • Identifica que es lo que te está molestando.

Detente un momento, y piensa, de lo que está sucediendo ¿qué es lo que realmente te está molestando? Identifica que sensaciones experimentas sobre esa situación. Al hacerte estas preguntas podemos darnos tiempo para analizar que es lo que está pasando, calmar nuestros impulsos y buscar soluciones razonables.

Una vez que hayas analizado que es lo que te molesta, es momento del siguiente paso:

  • Plantea un objetivo

Si bien es cierto que hay algo que te está molestando, debes pensar que al molestarte, quejarte y/o victimizarte, no vas a lograr que la situación cambie. En lugar de eso, es momento de poner manos a la obra y trata de pensar ¿cómo harías para convertir esa situación en algo positivo?, ¿Qué te gustaría cambiar para que lo que está sucediendo deje de molestarte?

Y lo más importante ¿Cómo puedes hacer para aprovechar a aprender y crecer a partir de está problemática?.

  • Define un plan de acción

Define posibles soluciones, piensa en diversas soluciones, no importa lo descabelladas que puedan parecer, son algunas opciones de cosas que podrás hacer para cambiar lo que está sucediendo. Crea un plan A, B, C o todos los que consideres que sean necesarios.

  • Analiza las posibles consecuencias y pon en marcha tu plan

Al tener definido tu plan de acción, debes pensar en las posibles consecuencias de los planes que te has planteado. Lo ideal es que cualquier acción que decidas tomar, sea de beneficio para todas las partes involucradas y se base en el respeto y el crecimiento mutuo.

Una vez que analizaste las consecuencias, es momento que pongas en marcha tu plan, porque aunque probablemente ya no estés molesto, es importante que soluciones está situación para evitar que se vuelva a dar.

Con esto podrás lograr evitar pleitos o conflictos entre tus compañeros de trabajo o superiores y además tendrás tiempo para analizar de forma fría cada una de las situaciones que pueden molestarte y evitar que “explotes” o reacciones de forma impulsiva ante una situación complicada.

Por otro lado, si al analizar la situación te das cuenta que no está en tus manos poder cambiarla, te presentamos el paso 2:

  1. Cambia la forma en la que ves la situación

Por lo general las situaciones negativas nos generan un impacto emocional negativo, que nos puede hacer daño en nuestra salud o bienestar, tenemos entonces que aprender a cambiar la forma en la que lo vemos.

Puedes hacerlo de diferentes formas:

  • Ver el problema como oportunidad
  • Ver la situación negativa como posible mejora
  • Ver la corrección como aprendizaje
  • Ver la enfermedad como un camino de superación
  • Ver a la persona conflictiva, quejona, como una persona con una vida difícil a la cual podemos ayudar y podemos ayudarla a cambiar su perspectiva y su forma de vivir.

Esto te ayudará a re encuadrar la situación y lograr que la veas desde una perspectiva positiva, en la que la situación negativa no tendrá tanto impacto en tus emociones y te ayudará a cambiar lo que sientes al respecto de la misma.

  1. Ten una disciplina de vida emocional

Esto implica que debes establecer un compromiso contigo mismo, en analizar cada una de las situaciones que están ocurriendo y establecer si puedes o no cambiarla, pero al mismo tiempo puedes apoyarte de la música, mensajes positivos, elementos que nos levanten la energía, hacer ejercicio, deportes, oración, bailar, cantar, arte, poesía, convivencia alegre, en fin cualquier elemento que te ayude a relajarte y tener pensamientos positivos que sirven para contrarrestar situaciones emocionales negativas.

Debemos de reeducarnos para que las emociones trabajen a favor de nuestras metas, objetivos, sueños, visión, etc.

Lo importante es que comprendas que el manejo de las emociones en cualquier situación, depende totalmente de ti, está en tu poder ver el vaso medio lleno o medio vacío.