¿SABÍAS QUE LOS ESTADOS SON ALTAMENTE CONTAGIOSOS Y AFECTAN EN EL ÁREA LABORAL?
“Los estados viajan de persona a persona como si se tratase de un virus”
Existen diferentes formas de responder ante una situación y esta depende de tu personalidad y de la forma en la que piensas.
Pero, debes volverte más consciente que no siempre eres tú quien gobierna su estado en ese preciso momento.
Pues muchas veces tus estados de ánimo o de comportamiento son consecuencias de un virus que tu cuerpo y mente han adoptado. Sí, así como la gripe cuando alguien con quien convives está enfermo, y si tus defensas están bajas, sin darte cuenta ya estarás también estornudando o padeciendo algún síntoma y terminarás sintiéndote mal.
Puede parecerte un tema lógico o incluso normal que cuando tus compañeros de trabajo e incluso tu jefe están bajo presión, tú también lo estés, pues ese es el ambiente que estás respirando. Sin embargo no es lo recomendable.
Lo ideal es que seas tú el dueño de tus estados y no permitas contagiarte ni contagiar a tu entorno de estados inútiles.
Una investigación que inició con la hipótesis siguiente: “La manera de interpretar la realidad puede contagiarse entre personas que conviven”. En la cual se llevó a cabo con 103 parejas de compañeros, los cuales se escogieron aleatoriamente para que en primer lugar rellenaran un cuestionario con el objetivo de conocer el estado que tenían y su forma de ver las situaciones, continuamente sometiéndose a un proceso de 3 a 6 meses para seguir conviviendo, se volvió a pasar un cuestionario, nuevamente con el objetivo de conocer los estados y resultó que por parejas compartían los mismos síntomas o formas de ver las situaciones.
El resultado de la investigación determinó que los estados realmente son influyentes y muchas veces no sólo positivamente sino también de forma negativa.
Es por ello, que si ves a las personas como conductoras de estados o de emociones te pueden ayudar para que determines qué tipo de personas quieres que te rodeen en determinadas situaciones.
Por ejemplo la frase de “Donde hay un jefe estresado hay colaboradores estresados” puede ser que te parezca falso o quizá correcto.
Pero, analiza cómo tú en alguna ocasión que ya antes te ocurrió o si no ha pasado aún imagina, cómo te sentirías si entras a una reunión con el mejor de los ánimos pero ves que tu jefe o tu colaborador tiene un mal carácter, está contestando de forma defensiva y con un tono de voz alto. Si vuelves a ver a tu alrededor (en el caso que esté el equipo) notarás que no se están riendo porque muy probablemente ya están en un estado que fue impuesto por la persona que tenía un mal carácter dentro de la reunión.
En el caso que estés solo con tu jefe o colaborador, observa que si tú sales cordial, la probabilidad que el otro lo haga es mayor y al mismo tiempo si tú respondes con poca cordialidad, en este caso la probabilidad es mayor pero que te respondan de una manera no adecuada.
Y es que, todo el tiempo te encuentras sujeto a diferentes estímulos que pueden afectarte en tu comportamiento.
Vuélvete consciente de los estados que necesitas en los momentos adecuados y así no te contagiarás, ni contagiarás tu entorno con estados limitantes.