Puedo afirmar con total certeza que entrar al mundo del coaching después de cerrar un capítulo de 23 años de vida laboral corporativa multinacional y multicultural ha sido lo mejor que me pudo pasar. Actualmente, estoy capitalizando toda la experiencia adquirida en ese capítulo y poniéndola al servicio de personas que experimentan procesos similares a los que yo viví. Ahora, desde el rol de quien escucha y acompaña, y aplicando la metodología del coaching, puedo servir a mis clientes.
Esta práctica, sumada a herramientas de la Programación Neurolingüística y Neuro-Semántica, brinda a mis clientes distinciones que les permiten clarificar su camino profesional. Logran identificar sus limitaciones, que fundamentalmente son sus propias creencias adoptadas a lo largo de sus vidas, y de esta manera generan el cambio necesario para empoderarse y obtener los resultados que siempre han deseado. Observan que todo cambio empieza dentro de ellas para verlo materializado en su entorno laboral. Vivimos interactuando desde nuestro mundo interno con el mundo externo.
Comparto algunas experiencias con clientes que ejemplifican lo importante y útil que es hacer una pausa para «afilar la sierra» y seguir avanzando en el desarrollo profesional.
Una alta ejecutiva de un contact center me buscó porque sentía, por diversas experiencias en su día a día, que no tenía la capacidad para el puesto al que había sido ascendida. Desde la primera sesión, comenzó a encontrar recursos personales que ya estaban dentro de ella, pero que, debido a sus sesgos, no veía ni ponía en práctica. Al identificarlos, se empoderó para tener conversaciones con mejores resultados, atreviéndose a brindar retroalimentación tanto a pares como a sus superiores. Esto también le permitió abrirse a recibir retroalimentación necesaria para ajustar su desempeño y alcanzar sus objetivos. Además, se dio cuenta de que cada persona es diferente, lo que la llevó a observarlas y aplicar diferentes estrategias para cada una, logrando así incrementar el desempeño de sus colaboradores.
En Costa Rica, estamos acompañando a una empresa en la transformación de su cultura organizacional. En una sesión de coaching con una de las gerentes del nivel N1, fue gratificante ver cómo ella tomó conciencia de que su forma de responder a los desafíos no ayudaba a que sus colegas se alinearan a los comportamientos esperados, los cuales ellos(as) mismos(as) habían definido en uno de nuestros talleres. Al generar el cambio interno, logró una mejor comunicación con su equipo, entendiendo que cada persona tiene su propio estilo, y que integrarse como equipo multidisciplinario era la única manera de alcanzar sus objetivos estratégicos.
Finalmente, un alto ejecutivo muy exitoso en su negocio se dio cuenta de que su forma de pensar y actuar era muy útil para lograr resultados en su empresa, pero mantenía el mismo estilo en su casa con sus hijas adolescentes, lo que generaba fricciones familiares. Comprendió que lo que funcionaba en la empresa no necesariamente funcionaba en la familia, por lo que se flexibilizó para comportarse según el ámbito en que se movía.
En fin, podría seguir dando muchísimos ejemplos de todos los procesos exitosos que he tenido la bendición de experimentar gracias a una metodología estructurada y efectiva como es el Meta-Coaching.
Te invito a dar el paso y descubrir por ti misma(o) el impacto transformador del coaching en tu vida profesional y personal. Inscríbete en un programa de coaching y comienza a capitalizar tu potencial al máximo. ¡El cambio que deseas empieza hoy!