La terapia busca que la persona supere su pasado para que en el presente pueda estar “bien”. Tiene como objetivo sanar heridas del pasado que interfieren en el normal desempeño de una persona tanto a nivel personal como social. Es un proceso de remediar.
Los Coaches trabajamos con personas mentalmente sanas, (lo que no significa que en terapia no se haga) quienes tienen deseos, expectativas y buscan su auto actualización constante, pues les lleva al crecimiento personal, a su mejor versión. Esta enmarcada en sus diferentes áreas de la vida, como son personal, familiar, laboral, profesional, de negocios, etc.
El marco de referencia global para un coaching efectivo nos lleva a ver esta conversación como: El coaching es comunicación, es conciencia autorreflexiva, es cambio, es trabajar y pensar sistemáticamente y es auto actualización.
Me voy a referir específicamente al corazón del coaching, el cual habla de la conciencia autorreflexiva, pues implica un comportamiento permanente del ser humano, primordialmente a nivel inconsciente. El coaching lo hace consciente, y es que trata con todos los pensamientos y sentimientos que tenemos acerca de nuestros pensamientos y sentimientos, nuestras conductas, nuestros estados, nuestro sentido de sí mismo, nuestras ideas sobre el futuro y demás. El coaching no solo trata con nuestro primer pensamiento acerca de algo, sino con los pensamientos en el fondo de nuestra mente. El Coach prueba y explora todas las ideas, los recuerdos, la imaginación, los miedos, los arrepentimientos, las intenciones, etc. que tenemos acerca de algo.
El coaching facilita el cambio, el Coach se convierte en un agente de cambio.
Por último, el coaching facilita el potencial humano de auto actualización. El coaching va más lejos, pues busca y activa todos los potenciales escondidos que ni siquiera fueron sospechados y trabaja en darle poder al cliente para hacerlo real.
(referencia del libro Meta Coaching Volumen 1 Michael Hall y Michelle Duval)