“El hombre no se enfrenta con la realidad en una forma directa, sino a través de sus propias creaciones” – Ernest Cassirer
Uno de los conceptos que ha hecho la diferencia en mi comprensión sobre por qué seguimos con los mismos patrones que nos llevan a NO obtener lo que deseamos, es que nuestro cerebro se acostumbra a reaccionar ante ciertos estímulos de una manera predeterminada.
Es como si hubiera una configuración establecida de antemano para que en determinadas circunstancias respondiera siempre igual, o al menos de forma parecida. La neurología es la responsable de que cierto tipo de ideas se vinculen de forma que una produce la otra, por ejemplo, ante un estímulo reaccionamos de cierta manera predeterminada, y es, en este circuito donde es posible encontrar las creencias que hacen que nos comportemos de manera fija, sin cambios, logrando siempre lo mismo, que no es otra cosa que alejarnos de nuestro objetivo. Es como un carro mal configurado que anda lento y no te da la velocidad para llegar donde deseas.
Si hace un par de años, alguien me hubiese dicho: “Tú creas tu realidad a partir de tus creencias” hubiese pensado que era retórica motivacional sin sentido. ¡Qué equivocado!
Una creencia es una idea a la que le decimos (muchas veces inconscientemente) SÍ (“sí, esto es verdad”; “así funciona el mundo”). Al decirle sí a esa idea, estamos con unos lentes puestos, los lentes de la creencia, validando la afirmación en nuestra mente y viendo el mundo a través de esos lentes.
Haz el ejercicio y contesta estas tres preguntas:
- ¿Qué crees de ti mismo?
- ¿Qué crees de las demás personas?
- ¿Qué crees de la vida?
Y comprueba por ti mismo, qué es a lo que pones atención, qué resultados obtienes, te darás cuenta que los resultados que obtienes en tu vida, provienen de lo que crees que verdad. Tus creencias.
Entonces ¿Cómo puedes encontrar la creencia y sistema de creencias responsables de que no obtengas los resultados que deseas? Necesitas observarte desde el punto de vista de una tercera persona. Decía Einstein que para resolver un problema no lo podemos hacer quedándonos al nivel del problema, debemos abordarlo desde otra perspectiva, como si fueras otra persona que te observa, haciendo un zoom out y mirando desde arriba el mapa. Esa otra persona eres tú mismo, sólo que disociado. Necesitas tomarte a ti mismo como objeto de estudio.
Una vez detectada la creencia, puedes cambiarla por creencias más efectivas y útiles para tus objetivos, mediante dos vías: repetición constante de la nueva creencia o intensidad (pasa algo en tu vida que impacta tanto tus modelos mentales, que te hace cambiar inmediatamente tus rutas neuronales).
Aprenderás más sobre el apasionante mundo de tu propia mente, y cómo generar los cambios que desees con herramientas de Programación Neurolingüística. ¿Qué necesitas creer para obtener los resultados que deseas? ¿Te animas a cambiar tu vida? Puedes obtener más información sobre la Certificación Internacional de PNL aquí: Link