Para lograr los resultados de empresa, se requiere gente comprometida e integrada, para ello es fundamental entender cómo funcionamos los seres humanos. Cómo opera nuestro cerebro. Al entenderlo, se facilita muchísimo la relación entre personas. Al entenderse, éstas hacen su trabajo con más entusiasmo y cuando lo hacen con entusiasmo, lo hacen lo mejor que pueden y ahí surge la productividad. Al relacionarse efectivamente entre todas, se da la integración de equipos y el compromiso.
Parece una ecuación bien simple, en realidad lo es, pero a la vez compleja. Cada etapa tiene su propia complejidad.
A través de la Neurociencia podemos entender cómo responde el cerebro a los estímulos externos e internos. Esta disciplina plantea hallazgos a partir de obtener imágenes del cerebro después de años de estudio y, por numerosas observaciones del comportamiento humano. Ofrece información útil para entender la operación del cerebro ante diferentes circunstancias.
Por ejemplo ha identificado que las personas utilizamos redes internas para momentos de estar en reposo y reflexión y, para ejecutar acciones, otras diferentes, para lo cual, la primeras redes requieren apagarse para que las de ejecución entren en acción. Que el cerebro tiene estrategias para motivarse a la acción y emprender tareas sencillas que son el paso previo para las complejas (Teresa Amabile & Steven Kramer). Interesante, ¿no?
Esta disciplina, combinada con la Programación Neurolingüística, además, nos ofrece un entendimiento cómo cada persona piensa diferente, almacena la misma información de diferente manera y tiene una respuesta neurológica muy distinta, por tanto, cada uno responde a su propia manera.
Las empresas no son entes etéreos que se manejan por si mismas, estas son conducidas por personas que conviven en su día a día entre ellas para obtener un resultado. Requieren comunicarse, ponerse de acuerdo para obtener apoyo entre si, por tanto, tener habilidades para influir en otros en la toma de decisiones a favor de sus necesidades y de la empresa en que laboran. Entender que cada persona ve el mundo a su propia manera, por tanto, desarrollar competencias que le permiten interactuar con diferentes estilos de pensamiento.
Hoy en día queda demostrado que sólo los seres humanos transformados en líderes humanos, pues conocen cómo operamos los seres humanos, son los únicos que verdaderamente lograrán llegar lejos. Y esto, es algo fundamental que todos los representantes de Recursos Humanos deben entender para ser verdaderos aliados estratégicos de la alta gerencia. Enfocar sus acciones en educar a las personas que guían personas y la Neurociencia es una de las materias a tomar.