We Know Change
Este es nuestro slogan y, curiosamente, cada vez que lo escucho, me identifico más con él. El cambio puede convertirse en tu mejor aliado, tu mejor asesor y tu mejor amigo.
Ahora bien, no siempre estamos abiertos al cambio, es más, la mayoría de las veces, nos resistimos a él. La razón fundamental de hacerlo, es porque nos movemos de nuestra zona cómoda de seguridad. Esta última se da porque nos sentimos que dominamos esta zona. De hecho, el cerebro es fundamentalmente el que nos “susurra” que no nos movamos de esa zona de comodidad, pues requiere esfuerzo. Cuando hacemos lo que cada día acostumbramos hacer, nuestro cerebro ya hizo las conexiones internas y lo hacemos en forma automática, sin esforzarlo. Por cierto, este es un músculo igual que los del abdomen o de las piernas, entre más lo ejercitas, en mejor forma se pone, igual, entre menos lo usas, más haragán se pone. Por tanto, al generar cambios, ¡estás poniendo a ejercitar tu cerebro! Así que muy probablemente se te resista a iniciar los ejercicios hasta que se ponga en forma.
Cuando hablamos que la zona de comodidad te produce seguridad y por eso no nos gusta el cambio, nos referimos a esas creencias culturales que hemos ido adoptando a lo largo de la vida tales como “es malo equivocarse” o “ si no sabes hacer algo eres débil” o “ser vulnerable es de perdedores”, en fin te podría dar una lista interminable de creencias que mis clientes en coaching se han apropiado y que se convierten en la primera piedra de tropiezo para crear un cambio. Repito, la primera, porque de ahí vienen más historias buenísimas que nos decimos para no permitirnos abrirnos al cambio. Muchas veces estas historias son mucho más poderosas que atender la necesidad que nos puede satisfacer el cambio. Esto me recuerda un dicho popular muy viejo: “más vale lo viejo conocido que lo nuevo por conocer” ¡Que horror! Ahora al ver este dicho, me doy cuenta porqué nos cuesta mover a las personas al cambio. Lo desconocido produce inseguridad y lo conocido, seguridad.
En un proceso de coaching, el cambio es el resultado final. De lo contrario, solo fue una amena conversación. Sin embargo, para que el cambio se de, lo primero que tenemos que explorar en nuestros clientes son precisamente los significados que le dan al cambio ¿miedo por la incertidumbre de lo no conocido? Esto es lo que más escucho. Frases como: “sí entiendo, pero imagina que no lo logre.” Es en esta parte del proceso donde disfruto más el coaching porque ¡hay una infinidad de posibilidades de darle nuevos significados al cambio!
¿cómo te suena aprendizajes valiosos? O ¿con el cambio estoy creciendo como persona, pues me abro a nuevas oportunidades? O ¿Si yo cambio, sirvo de vivo ejemplo a mi equipo de trabajo? O ¿Este cambio nos puede traer grandes resultados? Podría seguir con esta lista, pero te lo dejo a ti, dale tú el significado más poderoso que te ayude a ti abrirte a los cambios en tu organización. Puedes verlo como una gran oportunidad de nuevos aprendizajes.
Por tanto, como empecé diciéndote, para mí es ahora mi mejor aliado, pues desde que inicié la práctica del cambio constante, he logrado grandes resultados y mi equipo me acompaña con entusiasmo en este viaje, lo que nos permite decir con gran satisfacción: We Know Change.